Todo viajero sabe que un día libre debe aprovecharse al máximo. Por ello, si vas a pasar un día en Santiago, tienes que salir a recorrer y conocer algunos imperdibles, como los que te mostramos a continuación.
Para aprovechar la luz del día, debes comenzar temprano el recorrido. La primera parada será La Chascona, una de las tres casas de Pablo Neruda, Premio Nobel de Literatura (1971) y uno de los poetas más importantes del continente.
Luego, debes visitar el Cerro Santa Lucía, ubicado en pleno barrio Lastarria. En su recorrido podrás apreciar vegetación y las reliquias del pasado colonial, entre las que destacan el Castillo Hidalgo y las terrazas Neptuno y Caupolicán.
Una vez que hayas visitado sus miradores -que permiten una panorámica completa de la ciudad-, desciende y anímate a recorrer la calle que da nombre al barrio. Se trata de un rincón bohemio, en cuyas calles se mezclan restaurantes, bares de autor, música y una feria para comprar desde antigüedades hasta obras de arte.
¿Con hambre? Considerando que solo pasarás un día en Santiago, debes ir a uno de los lugares más emblemáticos de la capital: El Mercado Central, que cuenta con una gran variedad de restoranes en donde encontrarás los platos marinos más codiciados, además de clásicos culinarios criollos como la Cazuela o el Pastel de Choclo. Entre los más pedidos, se cuentan el irresistible caldillo de congrio, las tentadoras machas a la parmesana o la siempre apetitosa centolla.
Tras un merecido descanso, aún tienes toda la tarde para aprovechar, y un día en Santiago no es tal sin un paseo de compras. Volviendo a la zona de Las Condes, puedes visitar el Parque Arauco, uno de los centros comerciales más grandes de Chile. Acá podrás encontrar marcas de renombre nacional e internacional y un Distrito de Lujo, donde marcas como Carolina Herrera y Ermenegildo Zegna tienen sus boutiques.
Luego de las compras, pide un café para llevar y siéntate un momento a descansar en el Parque Araucano, una zona verde para tomar un poco aire y relajar la vista en sus 22 hectáreas.
Para cerrar un día en Santiago, nada mejor que una cena en el complejo Borderío, donde podrás elegir entre diez opciones de restaurantes. Luego, solo resta descansar para tu viaje de regreso.